La economía de Tailandia está en camino a la recuperación en 2023, y el papel de China como motor importante es evidente, según un economista tailandés.
Kirida Bhaopichitr, directora del Servicio de Inteligencia Económica del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Tailandia (TDRI), fue entrevistada recientemente por la agencia oficial de noticias Xinhua de China. Dijo que el crecimiento económico de China y su cooperación cada vez más profunda con Tailandia en las industrias están contribuyendo a mantener el impulso de recuperación de Tailandia, mientras ayudan a mitigar los riesgos planteados por factores como la desaceleración del crecimiento económico mundial.
Kirida señaló que factores como la desaceleración del crecimiento económico mundial, el aumento de la incertidumbre en la economía estadounidense, los riesgos geopolíticos, la fluctuación del tipo de cambio del baht tailandés y los desastres naturales ejercen presión sobre las exportaciones de Tailandia. Se espera que las exportaciones tailandesas continúen contrayéndose en el futuro previsible.
Kirida enfatizó la importancia de China como un importante socio comercial, una importante fuente de inversión extranjera directa y un importante contribuyente a las llegadas de turistas tanto para Tailandia como para la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). Agregó que el crecimiento económico de China contribuirá significativamente a la expansión económica de Tailandia.
Según la Junta de Inversiones de Tailandia (BOI), las solicitudes de promoción de inversiones en la primera mitad de 2023 experimentaron un notable aumento interanual del 70 %, siendo China la mayor fuente de solicitudes de IED con compromisos de inversión totales de 61.5 millones de baht para 132 proyectos, principalmente en la fabricación de piezas electrónicas.
Kirida dijo que las inversiones chinas impulsan el crecimiento de industrias tales como vehículos eléctricos y repuestos, electrónica y tecnología de la información (TI) en Tailandia.
El economista agregó que el consumo privado ha exhibido un crecimiento constante, respaldado por un mercado laboral en recuperación, lo que ha llevado a una mayor confianza del consumidor en todos los grupos ocupacionales.
