El FBI confisca 2.5 millones de dólares en criptomonedas de la estafa de 'carnicería de cerdos' en Tailandia

El FBI ha incautado 2.5 millones de dólares en criptomonedas vinculadas a una estafa de matanza de cerdos con sede en Tailandia, según puede revelar The Pattaya News.
Este desarrollo marca un esfuerzo sustancial por parte de las autoridades estadounidenses para combatir la creciente ola de delitos relacionados con las criptomonedas.
La Fiscalía de los Estados Unidos ha iniciado un proceso de decomiso civil para recuperar la criptomoneda incautada.

Según informes recientes, el FBI localizó a un estafador que operaba desde Tailandia y que tenía control sobre dos cuentas de criptomonedas con Tether (USDT). La investigación condujo a la incautación de estos activos con la ayuda de las autoridades policiales tailandesas.

Tras la exitosa operación, un fiscal federal del Distrito de Columbia anunció las medidas que se estaban adoptando para recuperar los activos incautados. La estafa, conocida como “carnicería de cerdos”, estaba dirigida específicamente a ciudadanos estadounidenses. Según la ley estadounidense, el decomiso civil permite al gobierno confiscar activos obtenidos a través de actividades delictivas, incluso si los perpetradores tienen su sede en el extranjero.

"Carnicería de cerdos" es un término tomado del método tradicional de engordar a los cerdos antes del sacrificio. En el contexto de las criptomonedas, describe una estafa en la que los perpetradores pasan semanas o incluso meses construyendo una relación con sus víctimas para ganarse su confianza y animarlas a realizar inversiones importantes.
La estafa generalmente comienza con el contacto inicial, donde los estafadores llegan a víctimas potenciales a través de plataformas de redes sociales, aplicaciones de citas o servicios de mensajería. Se presentan como personas amigables y confiables, y a menudo se hacen pasar por inversionistas o profesionales exitosos. Con el tiempo, el estafador cultiva una relación aparentemente genuina con la víctima, comparte historias personales, se comunica con frecuencia y establece un sentido de intimidad y confianza.

Con la confianza firmemente establecida, el estafador presenta la idea de invertir en criptomonedas. Es posible que afirmen haber obtenido beneficios sustanciales y se ofrezcan a ayudar a la víctima a conseguir beneficios similares. A menudo se anima a la víctima a comenzar con una pequeña inversión, que el estafador garantiza que produce rendimientos impresionantes. Este éxito inventado está diseñado para hacer que la inversión parezca legítima y lucrativa.

Animada por el éxito inicial, se persuade a la víctima para que invierta mayores sumas de dinero, con promesas de beneficios aún mayores. Los estafadores pueden proporcionar sitios web o aplicaciones falsos que muestran saldos de cuentas inflados para reforzar su credibilidad. Sin embargo, cuando la víctima intenta retirar sus fondos o ganancias, encuentra varios obstáculos. El estafador puede exigir tarifas o impuestos adicionales, que son simplemente tácticas para extraer más dinero.

Al final, el estafador desaparece y se lleva los fondos de la víctima. La víctima sufre importantes pérdidas financieras y no tiene ningún recurso de recuperación.

La criptomoneda incautada se encontraba en dos cuentas de la plataforma Binance. El fiscal federal Matthew M. Graves y la agente especial a cargo Stacey Moy de la oficina local del FBI en San Diego hicieron una declaración pública sobre la incautación.

"Nuestra oficina encontrará y responsabilizará a las organizaciones criminales, ya sea que operen dentro o fuera de los Estados Unidos, que utilizan esquemas de inversión fraudulentos como la 'carnicería de cerdos' para defraudar a las víctimas en los Estados Unidos", afirmó Graves.

Además, enfatizó: "Esta acción de decomiso demuestra que los estafadores no pueden ocultar su actividad ilegal mediante el uso de criptomonedas y la participación en transacciones complicadas: los encontraremos, confiscaremos sus ganancias ilegales y devolveremos el dinero a las víctimas".

Las autoridades estadounidenses e incluso las Naciones Unidas han destacado el uso del USDT de Tether como una herramienta frecuente para actividades delictivas. A principios de este año, las investigaciones revelaron que el USDT era el token más utilizado en este tipo de operaciones, particularmente en el sudeste asiático.

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